En esta entrada relataré como es que después de un poco más de 20 años, ha llegado a su fin mi relación con la empresa mexicana de comunicaciones Telmex.
Todo inició a principios del mes de marzocuando comencé mis planes para mudarme de casa, a tan sólo tres calles de lo que era mi domicilio actual (a una casa un poco mas pequeña, pero mas luminosa y ventilada). Dentro de mis planes estaba el solicitar un cambio de domicilio de mi línea Telmex en la cual tenía contratado el servicio Infinitum (Internet de banda ancha). Acudí a la sucursal de la empresa, tomé mi turno y la conversación se desarrolló mas o menos así:
Empleado: Buenos días, ¿en que puedo servirle?
Yo: Buenos días, vengo a solicitar el cambio de domicilio de mi línea y el servicio de Infinitum.
Empleado: Permítame ingresar su número en el sistema… Excelente, no tiene adeudos, así que podemos proceder. El cambio de domicilio es en la misma colonia, esto será muy sencillo.
Yo: Gracias, efectivamente me mudo a tres calles de mi domicilio actual.
Empleado: (Con cara de no saber que sucede) El sistema marca un error, dice que sólo puede hacerse el cambio de domicilio de la línea telefónica, pero perdería el servicio de Internet.
Yo: ¿Cómo es eso posible, no decía que sería algo muy sencillo? ¿A qué se debe que no se pueda realizar el cambio con todo y el servicio de Internet?
Empleado: No lo se, es lo que marca el sistema.
Yo: ¿En serio no me puede dar más información?
Empleado: No, lo siento, pero si gusta lo puedo canalizar con mi supervisor, quizá el pueda explicarle mejor.
Yo: Se lo agradezco.
Me canalizaron con el supervisor y con otras dos personas más, quienes en resumen me dijeron que no podían completar mi cambio de domicilio con todo e Internet porque no había disponibilidad de su infraestructura, que si quería podían instalar la línea en mi nuevo domicilio y en cuanto hubiera servicio de Internet, me conectarían, pero que no tenían la certeza de cuando podría suceder esto. Es decir, me querían instalar el teléfono y dejarme esperando 1 mes, 6 meses o un año hasta que pudieran darme el servicio de Internet (por cierto, esta es la única razón de mantener mi contrato con esta nefasta empresa).
Abreviando, después de una semana en la que no me pudieron resolver la petición hecha inicialmente, decidí dar de baja mi contrato con esta empresa, así que a partir de ese momento ya no contaba ni con teléfono fijo ni con Internet de banda ancha en casa.
Lo que me tocaba ahora era analizar las distintas opciones que hay en el mercado mexicano y elegir aquella que mejor se adapte a mis necesidades.
En entradas posteriores contaré un poco sobre las opciones que evalúe y cual fue mi desición.